La vacunación comunitaria protege a la población que podría volver a desarrollar sus actividades de manera presencial, reaperturando locales, comercios, movilización en transporte público o turismo.
El IMACEC de noviembre de un 0,3% si bien no es “para saltar en una pata” como dijo el ministro de Hacienda, da esperanzas tras meses de cifras negativas. A eso se suma el proceso de vacunación que nos permitiría, en un futuro no tan lejano, retomar las actividades con algo más de normalidad.
Aunque los especialistas enfatizan que las vacunas no garantizan que podamos volver a convivir como antes de la pandemia, ya que se requiere continuar cumpliendo las medidas preventivas (lavado frecuente de manos y distanciamiento físico, por ejemplo), la aplicación masiva de vacunas permitiría que muchas actividades económicas y sociales se retomen.
La inmunización comunitaria protege a la población que podría volver a desarrollar sus actividades de manera presencial, reaperturando locales, comercios, movilización en transporte público, turismo y también que los estudiantes regresen a los establecimientos educacionales. Todo esto puede reactivar la actividad económica, pues compraventas, arriendos, generación de empleos y oportunidades de negocios que dependen de la presencialidad, podrían volver a concretarse después de la inmunización.
Otro factor que podría ayudar a dinamizar la economía es el retiro del segundo 10% de los fondos de AFP, que ha aumentado el circulante en estos meses. Tanto el primer como el segundo retiro representaron una inyección importante de recursos destinada principalmente al consumo. En otros indicadores, uno de los efectos debería observarse en el nivel de precios. Ya en septiembre y octubre hubo variaciones mayores a las normales (0,6% y 0,7%, respectivamente), que reflejan el impacto del primer retiro. En el caso del segundo, que se generó además previo a Navidad y fiestas de fin de año, también podríamos observar como consecuencia un alza superior a la de otros meses en los precios.
Para las personas que aún no hacen efectivo el segundo retiro, la recomendación es que evalúen la real necesidad de concretarlo o, en el caso de estar decididas a realizarlo, identifiquen oportunidades de inversión más que de gasto o consumo. Por ejemplo, muchos han utilizado ese 10% para perfeccionarse, haciendo un curso o postgrados, lo que es una forma de inversión en capital humano que rendirá sus frutos en el futuro.
Karin Bravo Fray
Directora de Postgrados
Universidad San Sebastián, sede Concepción