Vanessa Jara, coordinadora de Postgrados, Investigación y Vinculación Internacional de la Facultad de Ciencias para el Cuidado de la Salud entrega recomendaciones para no sufrir con esta situación.
Las altas temperaturas lentamente se han ido instalando con la proximidad del verano, y bajo este contexto, el uso de las mascarillas en espacios abiertos es cada vez más difícil, sobre todo si se transita a pie a través de grandes distancias.
Vanessa Jara, académica de Enfermería de la Universidad San Sebastián, explica que la hidratación es fundamental para contrarrestar la sensación de calor detrás de este elemento de protección personal. “El agua debe ser consumida, idealmente, antes de salir, de manera que logre estar en nuestro cuerpo antes de salir a caminar. Si vamos a tener que sacarnos la mascarilla para ingerir líquidos, que sea en espacios abiertos para evitar riesgos de contagio en medio de aglomeraciones”, puntualiza.
La ropa utilizada en el exterior también es un elemento clave, especifica la docente. “Se deben privilegiar aquellas prendas de algodón y de colores claros, lo que disminuye mucho la sensación de calor en espacios con altas temperaturas”.
Los niños y las personas mayores deben tener especial cuidado en este sentido, ya que ambos segmentos etarios tienen mayor riesgo de deshidratarse. En el caso de los primeros, se recomienda el uso de mascarillas pequeñas, que se ajusten a su cara, y el adulto a cargo debe preocuparse activamente por su hidratación. Las personas de edad avanzada, en cambio, deben evitar a toda costa salir en horarios donde existe mayor calor, es decir, entre las doce del día y las seis de la tarde, explica Vanessa Jara, coordinadora de Postgrados, Investigación y Vinculación Internacional de la Facultad de Ciencias para el Cuidado de la Salud.
¿Existen mascarillas menos calurosas?
Lamentablemente no, por eso es crucial manejar el tema de la ingesta de líquidos y el uso de ropa adecuada, detalla la enfermera. “Siempre una mascarilla va a ser muy calurosa. Las quirúrgicas, esas que tienen pliegues y que son desechables, tienden a ser un poco más delgadas que las KN95 o N95, pero igual son calurosas”.
Respecto a las mascarillas que son caseras, la enfermera señala que, en general, debieran ser de 3 capas, y aquella que va en contacto con la cara ojalá sea de algodón, de tal manera que disminuya un poco el sudor interno. “No olvidar que este tipo de mascarillas caseras deben lavarse a diario y ser manipuladas por los elásticos para evitar contaminación”, finaliza.