Proponen extender los programas de mentorías para apoyar la labor docente

En coloquio organizado por Instituto de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián, especialistas en educación abordaron cómo trazar la política pública de las mentorías y perfeccionarla a través de estudios para frenar el abandono de la carrera docente y reencantar a los profesores.

El bienestar subjetivo de los profesores en el plano personal, vital y profesional no solo se ha visto trastocado o evidenciado por los efectos de la pandemia por Covid-19 sino también por el derrotero de la carrera docente en las últimas décadas. Por eso cobra especial relevancia el estudio Papel de la Mentoría y el Bienestar Subjetivo de los docentes principiantes en el marco del nuevo Sistema Nacional de Inducción para Docentes Principiantesque elaboró como investigadora principal la académica Geraldine Jara, directora de Desarrollo Profesional y Postgrados de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad San Sebastián.

Este estudio dio nombre al quinto coloquio del ciclo Seis Propuestas para Chile que organiza el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián.

En la ocasión, Raimundo Larraín, jefe de la División de Educación General del Ministerio de Educación señaló que “hoy día sabemos que más de un 40 por ciento de los profesores abandona la profesión a los 5 años de ejercicio. Y cuando les preguntamos a los profesores el porqué de su decisión, una de las principales causas es por no recibir el apoyo en el momento que se necesitaba.

A su juicio, es importante evaluar el bienestar de los profesores y mentores a través de otras dimensiones “como las prácticas pedagógicas básicas, la capacidad del docente incipiente de planificar, de usar datos para tomar decisiones y de impulsar estrategias en el aula para el aprendizaje”.

Asimismo, sostuvo que sería razonable extender los programas de mentorías a 2 años, ya que hoy por ley son 10 meses, además de contar con apoyos didácticos que permitan generar aprendizajes en los estudiantes de los profesores principiantes, entre otras propuestas.

La dimensión profesional

Silvia Eyzaguirre, doctora en Filosofía e investigadora del Centro de Estudios Públicos, afirmó que el problema del abandono de la carrera docente “muchas veces tiene que ver con el agobio laboral, la frustración, el bajo salario y todo eso va minando la vocación que tienen muchos docentes. Por lo tanto, este es un tema fundamental no solo para la retención de estos, sino también porque existe evidencia incipiente de que los primeros tres años del ejercicio profesional son claves para el desempeño laboral futuro de ese profesor”.

La académica también sostuvo que es sumamente interesante evaluar la dimensión profesional, “donde se pueden capturar de forma directa las frustraciones que tienen los profesores como lo resalta el estudio, la falta de autonomía para enfrentar la labor docente y la falta de seguridad al manejo de la clase”.

Silvia Eyzaguirre enfatizó que “la docencia es un arte, no solo ciencia, es un oficio y como tal se aprende mirando a otros y desarrollando habilidades en la práctica. Chile con esta Ley (20.903) está en las mejores condiciones para evaluar el impacto que ha tenido esta política, cómo se están formando los mentores y ver el impacto en los aprendizajes de los estudiantes”.

Trabajo colaborativo

Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores de Chile destacó que el estudio de la Facultad de Ciencias de la Educación de la USS recoge el sentir de los profesores, pero planteó la necesidad de incluir otras dimensiones como el trabajo colaborativo y la formación valórica, además de recuperar el sentido humanizador y profundo de la educación y la vida de las personas.

“Nos parece valioso que profesores experimentados y con una cierta formación, específicamente en inducir y ayudar a profesores nuevos, sean parte del sistema y de la incorporación profesional”, comentó Aguilar.

No obstante, el máximo representante del Magisterio sostuvo que “hoy existen muchísimos aspectos que en el sistema no se miden, como la educación emocional, la educación valórica, el trabajo en equipo y el trabajo colaborativo”.

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