Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos se suicida una persona. Se trata de un problema grave de salud pública a nivel mundial que incluso supera las cifras de muerte por malaria, cáncer de seno o la guerra. En el año 2016, fue la segunda causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años.
Si bien en los últimos tiempos los índices de suicidio empezaban a disminuir, la crisis sanitaria -y su impacto en lo económico- podría agravar la situación. Por esta razón, la promoción y prevención en salud mental es una necesidad.
Situación actual del suicidio en Chile
En Chile tenemos la tarea de aumentar las actividades de prevención en salud mental. Contamos con uno de los índices de suicidio más altos de América, pues formamos parte de los 10 diez países con el mayor número estimado de muertes por suicidio.
A pesar de estas cifras, tan solo un 19% de los chilenos que padecen de alteraciones psicológicas tienen acceso a la atención, dando cuenta de las falencias existentes a la hora de implementar programas de prevención en salud mental, o de atención, cuando las enfermedades ya se han manifestado.
En la misma línea, vale la pena acotar que la pandemia podría duplicar los trastornos mentales, pues las medidas preventivas han provocado ansiedad, estrés, depresión, mayor consumo de alcohol y drogas e ideas suicidas.
A nivel país, y según la Encuesta Nacional de Salud Mental -elaborada por la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH)-, una gran cantidad de personas han experimentado emociones negativas en su entorno, aburrimiento, ansiedad, frustración y dificultades para ejecutar las tareas cotidianas, lo cual puede afectar considerablemente la salud mental de las personas.
Importancia de la prevención del suicidio
Para incentivar la promoción y prevención en salud mental es necesario que el país tenga profesionales debidamente capacitados en la materia.
Prevenir el suicidio sí es posible. Para ello, las personas tienen que detectar las señales -en ellas mismas o en conocidos- de trastornos como depresión o ansiedad. Luego, hay que eliminar las barreras que dificultan el acceso a la atención en salud mental.
Si no tomamos las medidas necesarias, podríamos estar ante una epidemia protagonizada por la depresión, un trastorno mental que conlleva a conductas suicidas. Y, para una prevención del suicidio efectiva, es necesario contar con buenos profesionales que sean capaces de manejar situaciones extremas de la mejor manera.
Para abordar esta problemática, la Universidad San Sebastián (USS) ofrece un diplomado de salud mental enfocado en la prevención y abordaje de procesos suicidas en jóvenes y adolescentes.
Diplomado en salud mental de la USS: especialízate en ayudar a las personas
El diplomado de salud mental de la USS, el cual dará inicio en abril de 2021 en las sedes de Santiago (Los Leones) y Valdivia de la universidad, entregará las herramientas necesarias para desarrollar una visión compleja, crítica y ajustada a las realidades de jóvenes y adolescentes y para llevar adelante intervenciones de prevención en conductas suicidas y promoción de la salud mental.
Se trata de una especialización con una duración de 5 meses que busca abordar la conducta suicida en institucionales de salud y educación (media y superior), para que jóvenes y adolescentes puedan recibir atención de calidad a tiempo. Por eso, el cuerpo docente del diplomado en salud mental es liderado por el director por Francisco Ojeda Güemes, quien irá acompañado por los docentes Carlos Barría, Yanet Quijada, Tomás Cano, Felipe Flores y Ricardo Aveggio.
El diplomado en Prevención y Abordaje de los Procesos Suicidas en Jóvenes y Adolescentes de la USS apunta a entregar las herramientas para que licenciados y profesionales de la educación y salud puedan entregar una ayuda eficiente a quienes pasan por procesos mentales complejos.