Este magíster de la Universidad San Sebastián entrega herramientas a los nutricionistas para planificar y ejecutar políticas de nutrición en la salud pública e instituciones privadas.
Poder enfrentar de mejor forma las nuevas problemáticas alimentario-nutricionales derivadas de la pandemia por COVID-19 es uno de los principales desafíos de los nutricionistas en la actualidad, especialmente tras el incremento de la obesidad, enfermedades crónicas e inseguridad alimentaria que ha dejado la pandemia.
En este contexto, el Magíster en Nutrición en Salud Pública de la Universidad San Sebastián acaba de graduar a sus primeros estudiantes, nutricionistas que están preparados para profundizar el tratamiento de enfermedades crónicas desde una mirada nutricional basada en la salud pública y orientada al servicio comunitario.
El Director del Magíster en Nutrición en Salud Pública USS, Samuel Durán, señala que “nuestros graduados cuentan con las herramientas para ser miembros influyentes de equipos multidisciplinarios, que participen de la toma de decisiones basadas en la evidencia y en la construcción, ejecución y evaluación de planes, programas y políticas públicas, considerando el análisis de las complejidades y cambios constantes del escenario nacional e internacional”.
La nutricionista Paula Huanca, egresada de la primera cohorte del magíster, señala que “los conceptos de salud pública son transversales para todas las instituciones, públicas o privadas. Creo que adquirir esta mirada salubrista era algo que yo necesitaba para poder desempeñarme en el futuro”.
Nueva cohorte
El magíster está en proceso de acreditación y pronto partirá la cuarta cohorte de nutricionistas. Las vacantes para marzo 2022 están abiertas. Serán bienvenidos nutricionistas que trabajen o quieran trabajar en la promoción, prevención e intervención de la salud desde una perspectiva multidisciplinaria y colectiva.
Si bien el programa es presencial, permite que participen nutricionistas de todo Chile, al concentrar el programa en un solo fin de semana al mes. “Te das cuenta que, cuando una persona de Chiloé, por ejemplo, adquiere esta formación, obtiene una visión distinta y eso es un aporte para su región. Todos aquí trabajamos con comunidades, entonces es el paciente quien va a recibir los beneficios de esta formación”, advierte Huanca.
Katica Mihovilovic, estudiante de Punta Arenas, quien también hizo su carrera de pregrado en Nutrición y Dietética en la USS, optó por este magíster porque ya conocía a algunos académicos y quería hacer un programa profesionalizante. Actualmente, trabaja como académica de la UMAG y en la Seremi de Salud de Magallanes. “A todos los colegas nutricionistas les recomendaría el magíster, independiente que tengan o no experiencia en salud pública”, señala.