Existen ruidos de impacto como explosiones o disparos que pueden provocar traumas o daños acústicos que pueden ser irreversibles.
En un primer momento, explosiones como la registrada en Beirut, en el Líbano hace unos días, provocan una sensación de bloqueo o de no escuchar nada, acompañada de un dolor de oídos. Sin embargo, dependiendo de la naturaleza de este trauma acústico, las lesiones pueden ser físicas o audiológicas, con distintos niveles de gravedad e incluso llegar hasta presentar acúfenos a hipoacusia en distintos grados.
El académico Manuel Luna, director de Postgrados de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Sebastián hace esta distinción que es clave para determinar el tipo de daño acústico al que estuvo expuesta una persona.
“Las explosiones o ruidos de impacto generan lesiones físicas y audiológicas. En el primer caso se producen presiones con una onda expansiva que termina ocasionando lesiones anatómicas como las perforaciones timpánicas o la disyunción de los huesillos del oído”, dice el académico de la carrera de Fonoaudiología .
Por otro lado, si es una lesión audiológica, se trata de un daño del órgano sensorial y ocasiona lo que se conoce como “hipoacusia, sordera o dificultad para escuchar normalmente por un ruido de impacto, lo que determina un trauma irreversible a nivel auditivo, ya que esta presión daña las células ciliadas externas. Estas células son las que permiten amplificar las vibraciones sonoras”.
Ruidos cotidianos
En cuanto a las lesiones físicas, Manuel Luna dice que puede haber un daño eventualmente irreparable, si el oído queda muy expuesto a la explosión, al ocurrir una perforación timpánica, aunque el tímpano tiene la capacidad de regenerarse posteriormente, lo que dependerá de la extensión y órganos anexos.
“Si las lesiones son recuperables se requiere de un tratamiento médico a través del otorrinolaringólogo, quien hace el manejo clínico y quirúrgico, como puede ser la reconstrucción del pabellón auditivo si hubo alguna laceración. En el caso de las hipoacusias, si éstas son irreversibles, habitualmente lo que se usa en los pacientes son prótesis auditivas o audífonos para amplificar el sonido y así poder escuchar”, indica el docente de la USS.
El académico recalca que hay situaciones cotidianas donde las personas se exponen a sufrir hipoacusia, como situaciones laborales en el ámbito de la construcción, si la persona no está protegida del ruido de las maquinarias, aunque esta lesión es de más largo plazo.
Asimismo, señala que los ruidos de impacto de un disparo pueden ocasionar un trauma acústico como es “el caso de las personas que suelen cazar sin protección en los oídos para el ruido que ocasionan las armas de fuego. Incluso, en algunos países se están utilizando los denominados disuasivos acústicos para controlar manifestaciones, lo que puede generar daños auditivos irreparables a quienes están expuestos a estas bombas de ruido”.