Equipo de la USS trabaja en el desarrollo de un fármaco para combatir el Covid-19

El objetivo con este fármaco es encontrar compuestos inhibidores de la enzima polimerasa para bloquear la replicación del genoma del virus SARS CoV- 2. De esta forma, se evita que la enfermedad se expanda por el cuerpo de un paciente infectado.

Mauricio Adasme tiene 23 años, egresó de Bioquímica de la USS y ahora cursa el Magíster de Biomedicina Molecular. Su tesis de grado busca encontrar un fármaco contra el Covid-19. Los avances están bien aspectados y cuenta con apoyo institucional y académico para seguir avanzando en la investigación.

Estamos trabajando en la búsqueda de compuestos inhibidores de la enzima polimerasa, con el objetivo de que estos impidan que el material genético del virus se replique correctamente. La polimerasa es una enzima clave en la reproducción del virus, y lo que nosotros hacemos es identificar un compuesto químico que boicotee este proceso”, explica Mauricio.

Esta investigación es guiada por el Dr. Carlos Lagos, académico de la Escuela de Química y Farmacia y doctor en Biotecnología, y por Andrea Rivas, viróloga de la Escuela de Bioquímica.

“Lo que se quiere lograr es identificar compuestos que se unan a este complejo (polimerasa), pero en zonas diferentes al sitio donde se crea el nuevo material genético del SARS CoV-2. El objetivo es evitar el movimiento de las proteínas que lo componen, es decir, buscamos bloquear su flexibilidad y evitar que el ARN sea procesado”, detalla el doctor Lagos.

El proyecto comenzó a ser ejecutado en mayo de este año y a la fecha está en la etapa bioinformática. “A través de computadores utilizamos la estructura de la polimerasa para estudiar su conformación y dinámica en condiciones similares a las del organismo humano, luego podemos buscar virtualmente compuestos que puedan modular su función. Una vez seleccionados, estos compuestos serán ensayados mediante un sistema de reportero celular que utiliza un replicon no-infeccioso del virus SARS-CoV-2”, puntualiza Adasme.

Pacientes graves y no tan graves

Una de las etapas de esta investigación es la revisión de la librería de fármacos y medicamentos ya aprobado para su uso en humanos. En esta tarea se ven las diferentes moléculas y conformaciones disponibles para determinar cuál es más afín a los sitios aloestéricos.

“Utilizamos parámetros para buscar fármacos con buena solubilidad en agua, o propiedades fisicoquímicas adecuadas. Si encontramos algún medicamento que tenga una función significativa y cuyo nivel de solubilidad lo permita, vamos a poder administrarlo a pacientes hospitalizados por medio de una vía intravenosa, y a las personas intubadas a través de nebulización. Si se encuentran fármacos con propiedades de estado sólido, se abriría la posibilidad de tratar pacientes con cuadros menos graves, a través de una pastilla”, explica Mauricio Adasme.

Jorge Gómez, estudiante de pregrado de la carrera de Bioquímica, colabora con el  proyecto. “Estos serán ensayados en reticulocitos, que son células de sangre de conejo que tienen toda la maquinaria para poder expresar proteínas. Se trata de la parte más rápida de la investigación, pues la más dura es la de la creación del sistema de evaluación de la actividad de la polimerasa viral”.

Expectativas

El Doctor Carlos Lagos es enfático al señalar que este trabajo entrega un valioso aporte. “Se encuentre o no un fármaco, todo el trabajo desarrollado durante este proceso aportará datos acerca del rol de la polimerasa y la biología del SARS-CoV-2, contribuyendo al trabajo de la ciencia a nivel mundial”.

Financiamiento

Este proyecto es financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Doctorados, la Fundación Ciencia y Vida y la Facultad de Medicina y Ciencia. Asimismo, en su ejecución, cuenta con la colaboración de infraestructura de los laboratorios de Química Biológica y Desarrollo de Fármacos de la Escuela de Química y Farmacia, y el Laboratorio de Virología Molecular, de la Escuela de Bioquímica.