Dos académicos de la Universidad San Sebastián detallan las causas y tratamiento de la enfermedad de Ramsay Hunt, que genera una parálisis facial.
Justin Bieber confesó en redes sociales que padece de Síndrome de Ramsay Hunt –una infección provocada por el conocido herpes zóster, mismo virus que produce la varicela– que le ha producido una parálisis facial. Es por este motivo que el cantante anunció su retiro temporal, para poder dedicarse a su recuperación.
La fonoaudióloga María Jesús Espinoza, coordinadora de la Unidad de Motricidad Orofacial de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad San Sebastián, explica que la parálisis facial surge de una afectación del nervio facial, provocando que se pierda el control del movimiento de la musculatura del lado afectado y el rostro se vea “caído”.
Este síndrome de Ramsay Hunt afecta mayoritariamente a adultos que han tenido la varicela, cuando el virus se ha mantenido en el cuerpo y puede reactivarse muchos años después. La infección puede llegar a ser grave en personas que tiene problemas del sistema inmunitario.
En general, “este cuadro es de inicio brusco, sin capacidad de movilizar la musculatura de un lado de la cara (hemicara); el lado afectado tendrá ausencia de arrugas en la frente, incapacidad de cerrar el ojo, parpado caído, desaparición del surco nasogeniano y desvío del ángulo de la boca”, explica Espinoza.
La fonoaudióloga relata, además, que producto de esta parálisis facial, pueden haber complicaciones que deben prevenirse, como la úlcera de córnea, por incapacidad de cerrar el ojo; contracturas de la musculatura, intentando compensar los movimientos; dificultad para mantener alimentos o saliva dentro de la boca; alteración del gusto (disgeusia); alteración de la sensibilidad (disestesia) y lagrimeo continuo. También puede producir alteraciones al oído.
Proceso de recuperación
El diagnóstico de esta alteración es básicamente clínico. El fonoaudiólogo Jorge Valdés, director del Diplomado en Neurorehabilitación Fonoaudiológica en Adultos de la USS, señala que, si bien se puede complementar con estudios radiológicos, la sintomatología clínica permite valorar la afectación, al observar la asimetría en reposo, los movimientos faciales y la ejecución de las funciones como comer, hablar y beber para conocer a fondo la gravedad y pronóstico de esta alteración.
Los fonoaudiólogos destacan que muchas personas que han padecido parálisis facial periférica han recuperado la movilidad espontáneamente. Sin embargo, hay casos que demoran mucho tiempo; no recuperan su movilidad previa o quedan con algunas secuelas.