Es indispensable reflexionar sobre lo expuesto por la Organización Mundial de la Salud, respecto al rol del ejercicio y actividad física para mantener una vida saludable además de prevenir y ser un factor relevante para tratar las enfermedades crónicas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó recientemente las nuevas Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios, nuevas recomendaciones sobre la cantidad de actividad física, necesaria para que los diferentes grupos etarios se mantengan en buen estado de salud, dando énfasis a principios rectores que la evidencia científica ha desarrollado.
Primero, el ejercicio es bueno para la Salud; segundo, el movimiento es mejor que no realizarlo, el fortalecimiento muscular es bueno a cualquier edad y el ejercicio es bueno para cualquier persona, independiente de su edad, situación social y económica.
La tasa de inactividad en el mundo aumentó en un 35% en relación a las recomendaciones anteriores, que señalaban que una persona activa es aquella que realiza a lo menos 150 minutos de actividad física moderada, o 75 minutos de actividad física vigorosa. Las recomendaciones actuales doblan esos valores (300 minutos y 150 minutos respectivamente), e intentan disminuir un 15% los valores de inactividad.
Pero, ¿cómo las personas harán 300 minutos si no son capaces de hacer 150? Eso es algo que no puedo dejar de preguntar y a su vez responder. Las recomendaciones de la OMS son directrices que permiten generar políticas públicas asociadas a la vida activa de las personas, es una guía para que las autoridades permitan desarrollar la actividad física en todos lo grupos etarios y en todas las instancias que se desarrollan las personas, jardines infantiles, colegios, universidades, trabajos, y al finalizar esta etapa abordar a las personas mayores.
Estas recomendaciones incluyen también a las personas en situación de discapacidad, enfermos crónicos, y embarazadas. El aumentar los minutos de ejercicio podrá combatir una nueva pandemia que se está generando, que es la conducta sedentaria, situación que provoca una posición mantenida por más de 8 horas, como estar frente a un computador, una recepción, escritorio, etc. De hecho, si se mantiene en el tiempo la conducta sedentaria, existe un factor de riesgo cardiovascular.
Somos individuos que necesitan reglas y directrices, hasta que por fin podamos integrar la información y materializarla, logrando hábitos de vida activa que nos aseguren una calidad de vida mejor.
Patricio Arroyo Jofré
Director de Escuela de Pedagogía en Educación Física
Director del Diplomado en Reintegro Deportivo
Universidad San Sebastián