dentificar qué tipo de alergia se padece, conocer el nivel de esfuerzo tolerable, llevar siempre los medicamentos necesarios y no salir en horas de frío porque irrita la vía respiratoria, son algunas de las recomendaciones para salir a hacer ejercicios.
“Cualquier persona que tenga alergias puede realizar ejercicio”, afirma el director de la Escuela de Pedagogía en Educación Física de la Universidad San Sebastián, Patricio Arroyo. Pero para esto, sostiene, se deben tener en consideración algunos aspectos importantes: “si no tiene claro el origen de la alergia, debe realizarse un estudio para determinar el perfil alergológico y así saber en específico qué le provoca los síntomas. Una vez conocido, evitar lugares donde exista el causante”. De esta manera, una persona alérgica al polen puede ejercitar en espacios donde no haya plantas y una persona alérgica al polvo puede alejarse de los senderos con tierra que puedan generar polvo en suspensión.
Asimismo, asegura Arroyo, “es importante conocer en qué nivel de esfuerzo empiezan a aparecer los síntomas de alergia como, por ejemplo, disnea, tos, incluso silbidos en el pecho, lo que será el nivel máximo de esfuerzo para realizar ejercicio. Y, finalmente, es muy relevante llevar siempre consigo los medicamentos relacionados con su condición, como es el caso de los inhaladores (broncodilatadores)”.
De esta manera, las personas que sufren en esta época del año por sus reacciones alérgicas sí pueden realizar su actividad física favorita. “Es recomendable que sean de baja y moderada intensidad como caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar, entre otros; siempre de manera progresiva, analizando su respuesta frente a las intensidades realizadas”, dice el académico.
En la misma línea, es importante tener en consideración que la hora del día para hacer deporte no debe ser muy fría, ya que irrita la vía respiratoria, mientras que los climas muy secos tampoco son recomendables. “Los lugares con viento deben ser muy adecuados, ya que éste arrastra el polen en grandes distancias. Quizás, un horario ideal podría ser cercano a las 11 horas y después de las 18”, menciona el académico que además es Director del Diplomado en Actividades Motrices en Contacto con la Naturaleza.
¿Alguna vestimenta ideal? El experto de la Facultad de Ciencias de la Educación menciona que debiese ser de un material que permita controlar la temperatura y siempre siendo usado por capas, lo que permitirá adaptarse según las variaciones del tiempo durante las horas de ejercitación.