El director del Diplomado en Reintegro Deportivo, Patricio Arroyo, escribe esta columna analizando el poder que tiene esta práctica, y cómo ayuda a que las diferentes culturas se entiendan.
El 6 de abril se conmemora el inicio de los primeros Juegos Olímpicos modernos, en 1896.
“Recordando el inicio de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, el 6 de abril de 1896, la Asamblea General de las Naciones Unidas fijó esta fecha como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz”.
“¡Qué hermoso medio para desarrollar la paz en el mundo! El deporte es una oportunidad para conocer, socializar con personas de todos los continentes, sin tener diferencias de raza, religión o idiosincrasia”.
“Esta práctica entrega valores que se replican el resto de nuestras vidas, como lo son el trabajo en equipo, la empatía, la solidaridad, y trabajar juntos por un bien común. Quizás el deporte sea la única disciplina donde se deje de lado factores políticos, permitiendo que las personas se expresen a través de sus habilidades”.
“Es fundamental fomentar estas actividades en los niños, y que sepan la real importancia que tiene. Se ha demostrado que quienes tienen practican algún deporte, al crecer, demuestran ser personas empáticas en sus vidas laborales”.
“Este día nos recuerda que el deporte es un medio de promover la educación, la salud, el desarrollo y la paz. Esto gracias a que es un lenguaje universal, todos los pueblos entienden y respetan las reglas que cada disciplina requiere”.
“Sé que el deporte no resuelve conflictos por sí mismo, pero ayuda a mitigarlos y prevenirlos. Es tan inclusivo, que aporta al empoderamiento de hombres, mujeres y niños discapacitados, tanto a nivel individual como colectivo, por lo cual es un importante facilitador en la inclusión social”.